La XVII Cumbre del Grupo de los 20 (G20) concluyó el 16 de noviembre con la adopción de la Declaración de la Cumbre de Bali, un logro alcanzado tras arduas negociaciones. Debido a la compleja, grave y cada vez más volátil situación internacional actual, muchos analistas han señalado que la Declaración de la Cumbre de Bali podría no ser adoptada con la misma frecuencia que en anteriores cumbres del G20. Se informa que Indonesia, el país anfitrión, ya contaba con un plan. Sin embargo, los líderes de los países participantes gestionaron las diferencias con pragmatismo y flexibilidad, buscaron la cooperación desde una posición de mayor responsabilidad y lograron una serie de importantes consensos.
Hemos visto que el espíritu de buscar puntos en común dejando de lado las diferencias ha vuelto a desempeñar un papel fundamental en un momento crucial del desarrollo humano. En 1955, el primer ministro Zhou Enlai también propuso la política de «buscar puntos en común dejando de lado las diferencias» durante su participación en la Conferencia de Bandung, celebrada en Indonesia. Gracias a la aplicación de este principio, la Conferencia de Bandung se convirtió en un hito histórico para la humanidad. Desde Bandung hasta Bali, hace más de medio siglo, en un mundo más diverso y con un panorama internacional multipolar, la búsqueda de puntos en común respetando las diferencias ha cobrado mayor relevancia. Se ha convertido en un principio rector fundamental para la gestión de las relaciones bilaterales y la resolución de los desafíos globales.
Algunos han calificado la cumbre como un rescate para la economía mundial amenazada por la recesión. Desde esta perspectiva, la reafirmación por parte de los líderes de su compromiso de colaborar nuevamente para abordar los desafíos económicos globales indica, sin duda, el éxito de la cumbre. La Declaración es una muestra del éxito de la Cumbre de Bali y ha incrementado la confianza de la comunidad internacional en la correcta resolución de la economía mundial y otros asuntos globales. Debemos felicitar a la Presidencia de Indonesia por su excelente labor.
La mayoría de los medios estadounidenses y occidentales se centraron en la declaración que reflejaba el conflicto entre Rusia y Ucrania. Algunos medios estadounidenses incluso afirmaron que «Estados Unidos y sus aliados habían obtenido una importante victoria». Cabe señalar que esta interpretación no solo es parcial, sino también completamente errónea. Desvía la atención internacional y supone una traición y una falta de respeto a los esfuerzos multilaterales de esta Cumbre del G20. Evidentemente, la opinión pública estadounidense y occidental, curiosa y premeditada, a menudo no distingue entre prioridades o, incluso, la confunde deliberadamente.
La Declaración reconoce desde el principio que el G20 es el principal foro para la cooperación económica mundial y «no un foro para abordar cuestiones de seguridad». El contenido principal de la Declaración es promover la recuperación económica mundial, abordar los desafíos globales y sentar las bases para un crecimiento sólido, sostenible, equilibrado e inclusivo. Desde la pandemia, el clima, la ecología, la transformación digital, la energía y la alimentación hasta las finanzas, el alivio de la deuda, el sistema multilateral de comercio y la cadena de suministro, la cumbre acogió numerosos debates altamente profesionales y prácticos, y subrayó la importancia de la cooperación en diversos ámbitos. Estos son los aspectos más destacados. Cabe añadir que la postura de China sobre la cuestión ucraniana es coherente, clara e inalterable.
Cuando los chinos lean la Declaración de Cooperación, encontrarán muchas palabras y expresiones familiares, como defender la supremacía del pueblo en la lucha contra la epidemia, vivir en armonía con la naturaleza y reafirmar nuestro compromiso de tolerancia cero ante la corrupción. La Declaración también menciona la iniciativa de la Cumbre de Hangzhou, que refleja la destacada contribución de China al mecanismo multilateral del G20. En general, el G20 ha cumplido su función esencial como plataforma para la coordinación económica mundial, haciendo hincapié en el multilateralismo, que es lo que China anhela y se esfuerza por promover. Si hablamos de «victoria», nos referimos a una victoria para el multilateralismo y la cooperación mutuamente beneficiosa.
Por supuesto, estas victorias son preliminares y dependen de su futura implementación. El G20 alberga grandes esperanzas, pues no es un mero foro de debate, sino un equipo de acción. Cabe señalar que la base de la cooperación internacional aún es frágil y que es necesario cultivarla con esmero. Posteriormente, la cumbre debería marcar el inicio del cumplimiento de los compromisos por parte de los países, la adopción de medidas más concretas y la búsqueda de resultados tangibles más significativos, en consonancia con la orientación específica establecida en la Declaración de Cooperación. En particular, las principales potencias deberían liderar con el ejemplo e infundir mayor confianza y fortaleza al mundo.
En el marco de la cumbre del G20, un misil de fabricación rusa impactó en una aldea polaca cerca de la frontera con Ucrania, causando la muerte de dos personas. El repentino incidente generó temor a una escalada del conflicto y a la alteración de la agenda del G20. Sin embargo, la respuesta de los países involucrados fue relativamente racional y serena, y la cumbre concluyó sin incidentes, manteniendo la unidad general. Este suceso recuerda una vez más al mundo la importancia de la paz y el desarrollo, y el consenso alcanzado en la Cumbre de Bali reviste gran importancia para la búsqueda de la paz y el desarrollo de la humanidad.
Fecha de publicación: 18 de noviembre de 2022





